primer crónica
Si en alguna región del mundo la tortura ha sido una practica sistemática de dominación, control social, castigo individual y colectivo, ese lugar, sin dudas es el país Vasco.
Allí, en los años en que la Inquisición estrenaba sus practicas destructoras de lo humano, el Juez Pierre de Lancre juzgó a un grupo de mujeres, las brujas de Zugarrramundi, a las que condeno a ochenta de ellas a la hoguera. Era el año del Señor de 1609 y las persecuciones recién comenzaban. La Santa Iglesia no permitía que los saberes populares, transmitidos de generación en generación por las mujeres que cocinaban, curaban , traían niños a la vida y sabían de hierbas y frutos, compitieran con los dogmas religiosos.
Fue en nombre de esos mismos valores que el Generalísimo Francisco Franco se levantó contra la Republica Española y bombardeo, con aviones alemanes e italianos, la localidad de Gernika, donde funcionaban las Juntas y los nobles vascos juraban ante el roble histórico. El franquismo siguió torturando por los siguientes cuarenta años. A los republicanos, a los rojos, a los nacionalistas, a las mujeres y los jóvenes, a todo el que se enfrentara con la dictadura franquista que para someter el pueblo vasco prohibió hasta hablar el Euskera y pulverizo cada acto de resistencia.
Desde siempre las victimas, desde las brujas de Zugarramundi hasta los periodistas de los medios de comunicación cerrados por el Juez Baltazar Garzòn en nombre de la doctrina de lucha contra el terrorismo etarra que mandaba acusar a todo aquel que levantara la voz contra el centralismo españolista de “cómplices del terrorismo”, han dicho su verdad. La verdad. Y desde siempre los torturadores han mentido. Desde los Inquisidores hasta el Juez Baltazar Garzòn.
En diciembre del año pasado, un informe del Instituto Vasco de Criminología del gobierno vasco, en manos del PNV una fuerza nacionalista de centro derecha, confirmó que entre 1960 y el 2014 se cometieron 4113 casos de torturas, comprobados y certificados por dicha institución siguiendo las metodologías de la Unión Europea y la ONU. Por primera vez, un ámbito gubernamental reconoce lo que las y los compañeras y compañeros dijeron siempre: el Estado Español, sus fuerzas de seguridad y represión, sus policías y servicios de inteligencia, sus jueces y funcionarios judiciales, las y los intelectuales y periodistas que le han servido desde Gernika hasta ahora, se confabularon para torturar a los que luchan, y para callar su voz. Para decir una y otra vez que mienten. Dijeron que a Gernika la bombardearon los rojos y dicen que los compañeros se auto infringen heridas para “ofender” al Estado y sus instituciones.
Por eso fuimos a Donosti (San Sebastian) por tres días: del quince al diecisiete de febrero; durante los cuales participamos en dos actos públicos: uno en la Universidad Publica Vasca en Donosti y el otro en la plaza de Irún. En el acto académico, compartí tribuna con la Dra. Laura Pego, una de las autoras del Informe Gubernamental y el compañero Eugenio Etxeveste, de Euskal Memoria, militante que sufrió en carne propia las torturas, la cárcel y el destierro (más de veinte años de prisiones y destierros). En el acto de Irún, convocado por Kalera Kalera, con el compañero Antton Lope, vocero de la plataforma de izquierda para la libertad de los presos y el fin de la tortura.
En las poco más de setenta y dos horas que pasé en el país Vasco hubo tiempo para visitar Gernika y conversar con Iñaki Egaña, historiador que acaba de publicar El desarme, la vía vasca, miembro de la Fundación Eukal Memoria;; con las compañeras Patricia Velez y Urtzi Urraskin de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos y Exiliados Políticos Vascos (quedan uno 299 presos y unos 400 exiliados), con los camaradas Asier Altuna y Rufi Etxeverrìa del partido de izquierda Sortu (gestor de una fuerza, EH Bildu, que logró cerca del 25% de los votos en elecciones regionales), con los compañeros de Egiari Zor Fundakua, una fundación para acompañar a las víctimas de la tortura, Ainara Esteran y Taxto Arriabalaga y con otras y otros militantes de Irun, Gernka y Donosti gracias a los cuales comencé a entender algo de esta historia que pienso contar como conté lo que vi en Colombia, Paraguay, Guatemala y Chile en estos años.
Comienzo con dos historias recientes: una es la de Sara Majarenas y la otra es de Alfredo Remirez.
Sara lleva más de diez años presa y en el 2016 le pidió la separación a su pareja quien estaba a cargo de la niña de ambos de poco más de dos años. El hombre, en un acto de violencia de genero brutal, acuchilló a la niña, la dio por muerta y se entregó a la policía. La niña sobrevivió pero ni en esas circunstancias la “Justicia” permitió la libertad de Sara quien para protegen a la niña tuvo que aceptar internarse en un centro penitencial para mujeres con niños pequeños. El movimiento de mujeres y feminista ha considerado que Sara sufre una revictimizaciòn en su condición de mujer victima de la violencia de genero.
Alfredo Remirez acaba de ser condenado a un año de prisión a cumplir en efectivo. Su delito?, haber puesto un twitter de repudio a las derechas contando con una sentencia en suspenso por haber llevado a una fiesta de su pueblo un cartel hecho con una foto de su amigo. Como el lo cuenta: “En 2005, yo y otro compañero de mi cuadrilla de fiestas del pueblo hicimos dos muñecos de cartón a tamaño real con las fotos de dos presos del pueblo para denunciar la dispersión como medida cruel contra los presos, sus familiares y amigos. En 2009 fuimos juzgados por ello y nos cayó una condena de un año de cárcel y seis más de inhabilitación”. Ahora, desde noviembre de 2017 está en una cárcel del Estado.
Brujas, twitters, condenas, informes.
A todo argumento y prueba, la derecha española, y sus alcahuetes mediáticas, repiten como loros: mienten, mienten, mienten.
Hemos viajado al país Vasco a decir que nosotros les creemos, que los compañeros no mienten y que lucharemos junto a ellos para el juicio y el castigo a los culpables, y la libertad de todas y todos los presos políticos, vascos y de todo el mundo
para leer el Informe del Instituto Vasco de Criminología: http://www.deia.com/2017/12/18/politica/euskadi/el-gobierno-vasco-censa-4113-casos-de-torturas-en-euskadi-entre-1960-y-2014-que-afectan-a-3417-personas-
para leer el texto de Schulman sobre la tortura y el paìs vasco: https://cronicasdelnuevosiglo.com/2017/10/09/tortura-la-humillacion-del-cuerpo-y-del-alma/
para leer algunas reperscusiones mediaticas de las acciones en que participamos.
y esta es la derecha franquista y anti populista……..http://www.elmundo.es/pais-vasco/2018/02/17/5a888c12ca474165278b4598.html