del Cancionero para Akira
Esta es una canción para un niño rosarino.
El niño Ernesto Guevara nació en Rosario, en un edificio que está en la esquina de la calle Entre Ríos y Urquiza.
Pero no creció allí, su familia vivía en Misiones y nació en Rosario en el viaje que hacían a la Capital Federal.
Luego se fueron a Córdoba, a un pueblo que se llama Alta Gracia y luego a la ciudad de Buenos Aires, donde estudiaba medicina y jugaba al rugby.
El niño Ernesto Guevara alcanzó, cuando adulto, la más alta estatura humana que un ser jamás haya alcanzado jamás entre nosotros.
Su apego incondicional al respeto de los valores en los que creía, su desprendimiento de los egoísmos y miradas mesquinas, lo terminaron convirtiendo en el Che, seguramente un tipo de ser humano que anticipa y prefigura lo que serán las mujeres y los hombres cuando desaparezcan instituciones tan absuradas como la esclavitud, la plusvalía, el Estado Opresor y las diferencias en contra de las mujeres, de los indios y negros, de los pobres y discapacitados.
Cuando se cumpla la sencilla consigna de Todo para todos, es muy posible que todos sean como el Che.
Ojalá lo puedas vivir
El niño Ernesto Guevara, como tiene su mantel
quiere que todos lo tengan para que coman con él.
El niño Ernesto Guevara, como tiene que estudiar
quiere que todos estudien para aprender a mirar.
Nadie le dice de «tú», todos le dicen de «che»
pero miren que atrevido el no tratarlo de Usted,
Al niño Ernesto Guevara, al que todos llaman «Che».
El niño Ernesto Guevara es bueno como el que más,
y no pierde su ternura aunque se vaya a enojar.
¡Qué niño tan aplicado cuando se pone a soñar…!
sueña que todos trabajan y que tienen casa y pan.
Nadie le dice de «tú», todos le dicen de «che»
pero miren que atrevido, el no tratarlo de Usted
al niño Ernesto Guevara, al que todos llaman «Che».
El niño Ernesto Guevara a veces se pone mal,
tiene tos y se levanta para volver a empezar.
El piensa como otros niños que una Patria es un lugar,
donde todos son felices jugando de igual a igual.
¿De dónde vino ese niño? Dicen que vino del sur
con una estrella encendida para que se haga la luz.
Nadie le dice Señor, como suele suceder,
y al niño poco le importa que no lo traten de Usted.
Prefiere ser «Che» Guevara,
o ser simplemente el «Che».
Maravilloso mensaje que debería llegar a todos los niños del mundo y no solo como mensaje sino como realidad cierta: pan, escuela, juegos, felicidad para todos. Emocionado recuerdo del querido Jorge y gracias José por todo lo que nos brindas habitualmente unido a tu compromiso permanente con los DDHH
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