Canción de cuna para despertar a un negrito de Nicolás Guillén.


del Cancionero para Akira

También viví en Cuba, unos seis meses en 1990.  En Cuba hay una inmensa cantidad de afro descendientes, aunque mejor sería decir que son descendientes de las y los esclavos que los españoles llevaron a la Isla para cultivar las plantaciones de azúcar y tabaco luego que se quedaran sin mano de obra por exterminio de los  pueblos originarios.  Aunque de  un modo mínimo pudimos acercarnos a esa cultura totalmente desconocida para los argentinos.

El autor de este poema que se canta como canción de cuna era un cubano descendiente de esclavos negros, y para colmo era comunista.  Por eso, antes del triunfo de Fidel, Nicolás tuvo que vivir lejos de donde había nacido y crecido y algún tiempo vivió en Argentina donde mucha gente lo quiso.   Cuando Fidel, Camilo y el Che entraron a La Habana en un bonito jeep al frente de cientos de miles de cubanos, entre ellos miles de hijos de esclavos por generaciones, Nicolás estaba en Buenos Aires y desde aquí se fue a sostener la revolución que sería para ellas y ellos, las y los negritos de esta canción

Dórmiti, mi nengre,
mi nengre bonito…

E. Ballagas

Una paloma
cantando pasa:
—¡Upa, mi negro,
que el sol abrasa!
Ya nadie duerme,
ni está en su casa;
ni el cocodrilo,
ni la yaguaza,
ni la culebra,
ni la torcaza…
Coco, cacao,
cacho, cachaza,
¡upa, mi negro,
que el sol abrasa!

Negrazo, venga
con su negraza.
¡Aire con aire,
que el sol abrasa!
Mire la gente,
llamando pasa;
gente en la calle,
gente en la plaza;
ya nadie queda
que esté en su casa…
Coco, cacao,
cacho, cachaza,
¡upa, mi negro,
que el sol abrasa!

Negrón, negrito,
ciruela y pasa,
salga y despierte,
que el sol abrasa,
diga despierto
lo que le pasa…
¡Que muera el amo,
muera en la brasa!
Ya nadie duerme,
ni está en su casa:
¡coco, cacao,
cacho, cachaza,
upa, mi negro,
que el sol abrasa!

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