Migrantes. En el mundo hay casi trescientos millones de migrantes, y las cifras crecen en una forma de flecha. El comienzo de la etapa de decadencia final del capitalismo mundial, del capitalismo como civilización, como modo de organizar la vida, la economía, las relaciones de poder y en general todas las formas de relaciones humanas se expresa en múltiples formas, la pandemia, el hambre, la miseria planificada, las condiciones sub humanas, mejor dicho sub animales, porque buena parte de los casi trescientos millones de migrantes lo son porque buscan salir de una situación insoportable de privaciones, humillaciones y carencias.En casi todas las situaciones (guerras, crisis económicas, enfermedades) los migrantes llevan la peor parte, también en la pandemia del coronavirus. Casi se podría decir que dime como tratas a los migrantes y te diré lo que piensas de lo humano.
Cuando niños nos hicieron el cuento que éramos un país de inmigrantes. Borges, el inefable, llegó a decir que los argentinos descendemos de un barco. Se olvidó de decir que previo a ello arrasaron con los pueblos originarios al sur del río colorado, del centro del país y del noreste guaraní. Sarmiento y Alberdí soñaron con traer farmers europeos cultos y ricos, en cambio vinieron los desheredados de Galicia y Polonía, los que huían del Zar y del Imperio Otomano. A los que resistían le aplicaron la Ley 4144, para todos la educación obligatoria que plantaba una cultura burguesa en formación. Cuando necesitaron poblar las fabricas y acudieron a los habitantes del interior, los trataron de cabecitas negras y empezaron a discriminar. No hay apodos para los ingleses que robaron la Forestal ni para los norteamericanos que saquearon el país, pero hay un nombre despectivo para cada pueblo hermano de la Patria Grande. Para el Poder Real inmigrantes son solo los indeseables, los otros son inversores extranjeros. Para nosotros, inversamente, los migrantes son nuestros hermanos de sangre, de cultura, de Patria común y grande, los otros son los Imperialistas que nos colonizan y amenazan una y otra vez.
La Argentina cuenta con una de las leyes de inmigración más avanzadas del mundo. En su texto la migración es un derecho humano y los pobladores del suelo argentino, sujetos de todos los derechos que se reconocen a los ciudadanos. Pero en el país de la hipocresía como distintivo, la distancia entre la Ley de Migraciones y la vida real de los hermanos migrantes es un abismo enorme. De eso se hablará en este programa. Nosotros reivindicamos nuestra tradición humanista y solidaria y ahora mismo, hoy mismo, exigimos el cese de las persecuciones contra los luchadores sociales que buscaron amparo en la Argentina, confiados en esa ley y en nuestra tradición hospitalaria fundada en el hecho cierto que casi todas las corrientes políticas han tenido sus exiliados, desde San Martín a Perón. Por eso exigimos la libertad inmediata del compañero peruano Rolando Echarri Pareja, detenido en Coordinación Federal desde el 17 de agosto a pedido del Juez Ercolini (uno de los nombres del grupo de tareas de Comodoro PY) según un expediente montado en Perú, como parte de la guerra antiterrorista que lleva cuarenta años de persecusiones y vejámenes como hemos denunciado más de una vez en nuestros encuentros internacionales Nadie Suelta la Mano de Nadie. Si todo preso es un preso político como canta el Indio, todo migrante es uno más de los desamparados y agraviados a los que la Liga abraza y se compromete a acompañar en su lucha que es la nuestra