Buscando a Santiago Maldonado
encontré a Lito Medina
En uno de esos días
en que la vida te pesa tanto
que camino con la vista contra el suelo
encontré al tucumano Lito Medina
No lo vi nunca pero lo encontré
en la esquina de Reconquista y Rivadavia
a metros de la Plaza de Mayo
allí donde la ciudad se desmorona
entre bancos y jardines aéreos
Yo buscaba a Santiago
y tropecé con el Lito
acostado en la vereda
volviendo del Pozo de Vargas
Yo buscaba al artesano
no al bancario
yo buscaba al que se fue al Sur
y no al que vivía en Monteros
Nunca lo vi al Lito
antes de ayer
pero una vez en Monteros
los obreros municipales
me contaron que el Ejercito
se lo llevo en 1976
y que lo que quedaba de él
cuando volvía de la tortura
en el piso, con los ojos todavía
tapados pero bien abiertos
cantaba la Internacional
y lo volvían a moler a palos
Arriba los pobres del Mundo
de pie los esclavos sin pan
Yo volvía de una pulcra
limpia moderna y
repugnante oficina oficial
de los que fingen escuchar
lo que no ven ni les importa
Y gritemos todos unidos
viva la Internacional
Cuando lo vi en el suelo
de la vereda del Banco
donde trabajaba en Tucumán
había escrito con tiza
sobre la baldosa en que se había
convertido
y donde está Santiago
la puta madre que los parió
El día que el triunfo alcancemos
ni esclavos ni hambrientos habrá
Dijo el Lito mientras proponía
y si pedimos algo más sencillo
camarada?
Digo, dijo el Lito Medina
el que volvió del Pozo de Vargas
y se quedó en la vereda del Banco
Nación que ya ni queda
Y si por ahora pedimos
que no nos maten más
y que si nos matan
no nos torturen
y que si nos torturan
no nos desaparezcan
Digo dijo el Lito
que pasé treinta y nueve años
encerrado en el Pozo de Vargas
y no es justo
que ni morir nos dejen
Tropecé contra una mujer
que pasaba y el Lito se fue
solo quedó en el suelo
la baldosa de la memoria
que rezaba nombre y fecha
y una extraña leyenda nueva
Que aparezca Santiago
no lo quiero aquí conmigo
agrupemonos todos
en la lucha final
y se alcen los pueblos
que ya es hora