José Schulman, Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
“El poder despliega estrategias de impunidad que requieren replicas específicas. Contra la impunidad biológica se requiere una batería de decisiones: unificación de causas por Área Militar o similar, designación de Tribunales Orales con mandato de celeridad y celeridad para las audiencias, las apelaciones y todo tramite judicial. Hoy es el Poder Legislativo quien debe interpelar al Poder Judicial y al Gobierno que sabotean el proceso judicial y fomentan el ‘negacionismo’.
Hay una Comisión Parlamentaria sobre los delitos del Poder Económico pero no se puso en marcha. Creemos que puede actuar como caja de resonancia en las causas de Acindar, Ford, Papel Prensa o Ledesma. Hace falta presión social e institucional para juzgar a los tíos, abuelos y padres de los que hoy gobiernan.
Y contra la impunidad de los condenados asumimos como valido el dictamen de Rosanski cuando pregunta: ‘¿qué otro lugar puede ser justo para alojar a quién ha cometido graves crímenes, que no sea la prisión cuando la pena impuesta es de prisión, en el caso perpetua?’. Creemos útil una modificación a la ley que regula las ‘domiciliarias’ aclarando que por la índole de los delitos, la responsabilidad del estado en la mora en juzgarlos (40 años de impunidad estatal) y el carácter continuo de los delitos cometidos (desapariciones, robo de bebes, etc.) tal figura no corresponde para los condenados por delitos de lesa humanidad. Se debe aclarar una y otra vez que el carácter excepcional de los juicios se debe a la intervención estatal que construyó impunidad para el genocidio y que eso agravia nuestros derechos como victimas del genocidio”.