
En el marco de las actividades previstas a 35 años del golpe militar.
Debaten el rol de los grupos económicos en la dictadura.
Publicado el 10 de Marzo de 2011 por Tiempo Argentino.
Por Gimena Fuertes
La Liga por los Derechos Humanos y el Instituto Espacio para la Memoria repasaron ayer en la ex ESMA lo ocurrido en Acindar. El ciclo continuará con Papel Prensa, Ford y Mercedes Benz.
La Liga por los Derechos Humanos del Hombre y el Instituto Espacio para la Memoria inauguraron ayer el ciclo Empresas y terrorismo de Estado cuyo objetivo es mostrar la vinculación, participación o complicidad que tuvieron los grandes grupos económicos durante la dictadura y su “rol en la planificación e imposición de un modelo de país funcional a sus intereses”.
Durante la jornada, que se llevó a cabo en la ex ESMA, dio su testimonio Carlos Sosa, militante de Villa Constitución y víctima de la represión militar y de la Policía Federal, que en marzo de 1975 reprimió las tareas solidarias en el barrio, lindante a la siderúrgica Acindar, cuyo presidente en ese momento era José Alfredo Martínez de Hoz. “Alguna vez los trabajadores hemos ganado, eso permitió que hubiera elecciones y ganara la lista marrón, encabezada por (Alberto) Piccinini. Eso duró tres meses porque el 20 de marzo vino el golpe fascista con la policía, que ya había reprimido en La Forestal”, recordó Carlos Sosa, ferroviario y vecino de Villa Constitución.
También participó del foro el abogado Olivier Roboursim, quien elaboró la presentación judicial sobre el caso Acindar realizada el 10 de diciembre pasado. “La presentación la construimos a través de los testimonios de Alberto Piccinini, Carlos Sosa, Juan Actis sobre cómo fue el operativo represivo del 20 de marzo, llamado Serpiente Roja del Paraná. Dieron cuenta de cómo la empresa prestó sus espacios y fue el primer centro clandestino que funcionó en la Argentina”, detalló el abogado.
Por su parte, Nuria Giniger, investigadora del CONICET sobre el disciplinamiento en Acindar, y una de las organizadoras de la jornada, explicó a Tiempo Argentino que el caso de la sidergúrgica es paradigmático porque “además del financiamiento a la dictadura también puso en juego la organización de trabajo para marcar a delegados y activistas”. Inauguraron la jornada los abogados Eduardo Barcesat y Beinuz Schmukler con un homenaje a la militante comunista abogada de presos políticos Graciela Israel y a su colega Julio Viaggio, que da nombre al ciclo que continuará con las jornadas sobre la complicidad de las empresas Mercedes Benz, Papel Prensa y Ford. <
Pagina 12
CICLO DE DEBATES SOBRE LOS GRUPOS ECONOMICOS Y LA DICTADURA
La complicidad empresarial
En el marco de las actividades por el 35º aniversario del último golpe militar, empezó, en la ex ESMA, un debate sobre el papel que jugaron Acindar, Mercedes Benz, Ford y Ledesma en el andamiaje represivo del Estado.
¿Qué rol tuvieron las empresas durante la dictadura? Esta es la pregunta que ayer, con un panel sobre Acindar, comenzó a ser abordada en el ex predio de la ESMA, como parte de un ciclo en el que se hablará sobre el poder económico y su responsabilidad en el terrorismo de Estado.
El ciclo, que fue lanzado en el marco de las actividades por el 35º aniversario del golpe del ’76, tiene como idea central que se sienten a contar la historia ex trabajadores de grandes empresas, acompañados por investigadores. Está prevista una charla por mes. Los próximos casos serán los de la Mercedes Benz, el ingenio Ledesma y la Ford. “Para el primer encuentro elegimos hablar de Villa Constitución porque es paradigmático: (José Alfredo) Martínez de Hoz pasó de dirigir Acindar a ser ministro de Economía de (Jorge Rafael) Videla”, señaló anoche, minutos antes de que se abriera el debate, Graciela Rosenblum, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que organiza la actividad, con el auspicio del Instituto Espacio para la Memoria.
Carlos Sosa fue invitado para la mesa de inauguración. En los ’70, Sosa fue ferroviario y como parte de su militancia sindical integró el comité de huelga de Villa Constitución. A su lado se ubicó el abogado Olivier Reboursin, patrocinante de la denuncia penal contra Martínez de Hoz y Acindar, presentada en diciembre por la Liga junto a la UOM local. El abogado valoró la apertura de los juicios que, dijo, “son el nuevo campo de batalla, no sólo para sentar en el banquillo a los acusados, sino también para discutir cómo reparar los daños que se produjeron en lo cultural y político”.
Jorge Winter, antropólogo y autor de una investigación sobre las luchas de Villa Constitución, completó el panel. Winter contó que conoció aquella experiencia sindical como estudiante universitario, cuando durante un conflicto a principios de los setenta viajó para llevar a los huelguistas la solidaridad de sus compañeros de facultad. Su historia personal quedaría desde entonces ligada a la de los trabajadores de la villa. “En el ’75 ya había caído preso, y estando detenido hice buena amistad con los que cayeron después.” Con la recuperación de la democracia participó en la edición de una serie de fascículos sobre el movimiento obrero y años más tarde, ya por el 2000, armó su investigación.
“En la villa se discutía no sólo el salario, sino los métodos de producción y la gestión”, recordó. “Para la empresa, eso implicaba que le sacaran de las manos uno de los pilares que hacen a la explotación del trabajo”, apuntó. “Por eso la represión fue sin escrúpulos. Ahora se habla del carácter cívico-militar del golpe de Estado, para decir que hubo consenso social. Pero ojo, porque este consenso fue construido por el poder, el golpe fue empresarial-militar, se hizo con el apoyo de la partidocracia, de la oligarquía de la Sociedad Rural. ‘La civilidad’ eran los sectores dominantes que disputaban el proyecto de país, ése es el sentido en el que fue cívico-militar.”
Si bien en muchas de las grandes empresas que apoyaron al golpe funcionaron centros clandestinos de detención y hay causas judiciales que avanzan sobre el tema, el ciclo, dijeron sus organizadores, tiene la intención de hacer foco sobre otro aspecto del vínculo con la dictadura, el del plan económico. “Es decir que queremos hablar sobre quiénes fueron los reales beneficiarios de la dictadura y de la consolidación del neoliberalismo en la Argentina. La intención es poder pensar todo el largo proceso que empezó en la década del 60, tuvo su pico con el gobierno militar y se completó durante los mandatos de (Raúl) Alfonsín y (Carlos) Menem”, apuntó Rosenblum.
Los encuentros llevarán el nombre de “Julio Viaggio”, en homenaje al abogado de la Liga. Antes del panel, ayer se recordó también a Teresa Israel, también abogada, secuestrada y desaparecida en 1977.
Durante todo el mes de marzo en el predio de la ex ESMA habrá actividades especiales por el nuevo aniversario del golpe. En las salas 2 y 3 del edificio de las cuatro columnas se montó la muestra plástica Cuentas Pendientes, Arte contemporáneo y problemáticas de género, donde exponen Diana Schufer, Silvia Young y Claudia Contreras. Hoy, a las 19, comenzará un ciclo de cine-arte, con la proyección de Los magníficos Amberson, de Orson Welles. Mañana, a las 21, habrá una mesa redonda sobre música contemporánea y dictadura, mientras que el sábado, a las 19, se proyectará Campesinos, peligro de extinción, un documental sobre las dificultades de los habitantes del Chaco para acceder al derecho a la tierra