Columna de opinión publicada en el suplemento de Pagina 12 por el 24 de marzo de 2009
De las muchas maneras que se puede pensar nuestro rol para hoy y los días que vienen, prefiero ensayar imaginar lo que harían los Treintamil si estuvieran entre nosotros.
¿No estarían reclamando contra la impunidad de TODOS los que organizaron y perpetraron el Genocidio que arrasó una generación y transformó un país?. Seguro que sí, como entonces pelearon contra los torturadores de Onganía y antes, desde la 4144 de 1902, contra todos los represores civiles y militares.
¿No estarían luchando contra toda forma de represión y discriminación como el gatillo fácil de las Policías y la situación de cuasi esclavitud que sufren los hermanos bolivianos en los talleres clandestinos o los presos sociales en las cárceles? Seguro que sí, porque sabían que dejar pasar un solo acto represor es avalar una cultura que vuelve una y otra vez.
¿ No estarían luchando contra el hambre y la exclusión social, por el aumento de los salarios y la recuperación de todo los que nos robaron los gobiernos milicos y civiles? Seguro que sí porque tras de todas las banderas estaba la idea de una PATRIA JUSTA Y LIBERADA de toda dominación extranjera.
Y porque el patriotismo y el sentido latinoamericano era un mandato, seguro que estarían celebrando el triunfo del Farabundo en El Salvador que es una forma, acaso la soñada por todos ellos, de reivindicar al Che y los que lucharon en los 70 contra los yanquis y sus planes continentales de dominación.
Que eso eran y debemos ser: patriotas sensibles comprometidos con todas las luchas y el sueño eterno de ser LIBRES. Y sobre todo, los imagino haciendo algo que ni ellos lograron: construyendo la unidad popular.
Unidad de programas y de conductas, que vaya más allá de las urnas y que cimiente un poder popular capaz de cumplir cada uno de sus sueños y trascender al futuro