Fidel Castro o Sergio Massa. 


No pagar la deuda externa o asumirse colonia.

Que cada uno elija el lugar que el corazón le indique

Patria Si     Colonia No. 

En 1985, a poco de salir del cepo militar, América Latina se asomó a una crisis por la imposibilidad de pagar la deuda externa. Fue Fidel Castro quien convocó a los pueblos y a los gobiernos a discutir el tema hasta entender que la DEUDA ES IMPAGABLE porque había sido diseñada para dominar y no para cobrar.  Fidel asumió las cinco tesis de un cristiano valiente y lúcido como el cardenal Arns de San Pablo  

Primero, no hay posibilidades reales de que el pueblo latinoamericano y caribeño se responsabilice por el peso del pago de las deudas colosales contraídas por nuestros gobiernos. Ni siquiera es viable continuar pagando los altos intereses a expensas del sacrificio de nuestro desarrollo y bienestar.   Segundo, el problema de la deuda, antes de ser financiero, es fundamentalmente político, y como tal debe ser encarado. Lo que está en juego no son las cuentas de los acreedores internacionales, sino la vida de millones de personas que no pueden sufrir la permanente amenaza de medidas recesivas y del desempleo que traen la miseria y la muerte.  Tercero, los derechos humanos exigen que todos los hombres de buena voluntad del continente y del Caribe, todos los sectores responsables, se unan en la búsqueda urgente de una solución realista para el problema de la deuda externa, como forma de preservar la soberanía de nuestras naciones y resguardar el principio de que el compromiso principal de nuestros gobiernos no es con los acreedores, sino con los pueblos que representan.   Cuarto, la defensa intransigente del principio de autodeterminación de nuestros pueblos requiere el fin de la interferencia de organismos internacionales en la administración financiera de nuestras naciones. Considerando que el gobierno es cosa pública, todos los documentos firmados con tales organismos deben ser de inmediato conocimiento de la opinión pública. Sí, y podemos pedir más: que las discusiones del Fondo Monetario y del Banco Mundial la publiquen por radio y televisión a la luz del mundo, como hemos hecho con nuestro diálogo.  Quinto, es urgente el establecimiento de bases concretas de un Nuevo Orden Económico Internacional, en el cual sean suprimidas las relaciones desiguales entre países ricos y pobres y asegurado al Tercer Mundo el derecho inalienable de regir su propio destino, libre de la injerencia imperialista y de medidas expoliadoras en las relaciones de comercio internacional.

Unos veinte años después, cuando la deuda ya  había cobrado varias crisis  y millones de afectados, dos dirigentes progresistas (seguramente con buenas intenciones) desoyeron las enseñanzas de Paulo Arns y Fidel Castro y pagaron cifras enormes al Fondo Monetario Internacional con la ilusión de terminar con el problema: Argentina, 9810 millones de dólares y Brasil otros 15000 millones de dólares.  No era poco, pero no era la solución de fondo. La vuelta del FMI era la consecuencia de una deuda que nunca dejó de ser el instrumento de dominación para el que fue creada.

Luego de casi otros veinte años, el 25 de mayo de 2023 Cristina Kirchner reconoció (sin la menor autocrítica, por cierto) “Pagamos, durante 12 años y medio, 100 mil millones de deuda de dólares” y la cifra sigue siendo sideral, impagable: 280 mil millones de dólares.   Sin embargo la fuerza que se identifica como “pagadores seriales” hoy nos propone un candidato a presidente, Sergio Masa (de cuyos antecedentes cipayos todos conocen) que ayer mismo ha dicho «Una obsesión que tiene que tener el próximo Presidente, el que sea, es juntar todos los dólares que Argentina necesita para pagarle al Fondo Monetario Internacional” y bla bla bla

Hace cuarenta años, cuando el progresismo de entonces, hablamos de Raúl Alfonsín y sus admiradores del Club Socialista, criticaban sus propuestas él les contestaba que no era un problema ideológico, que en todo caso le echaran la culpa a Pitágoras y las matemáticas. Nadie le pide a Masa que entienda el funcionamiento del mundo capitalista, solo que aprenda a sumar y multiplicar. La deuda es impagable, aunque él junte todos los votos del mundo y los sume a los de Bullrich y Milei.  Nunca es triste la verdad, lo que no tiene remedio.

Fidel o Massa, usted elige.

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