y si al final de tantas penas y olvidos, y si contra todos los cálculos de los perfectos estrategas del Imperio y los no menos perfectos consultores del progresismo español y francés y brasilero y uruguayo, Maduro no traiciona ni se vende ni se caga ni abandona ni lo voltean los pobres y lo sostienen los militares
digo, no digo que vaya a ocurrir y es casi seguro que no ocurra pero, de nuevo, si llegará a ocurrir lo imposible(como ocurrió en el 18 en que Lenin no podía durar dos meses, o en el 59 en que Fidel no podía durar dos semanas o en el 79 en que Daniel no podía sobrevivir más de tres días o en las 458 veces que casi matan a Fidel o las 57 veces que casi voltean a Chavez o Correa o a Evo; digo, de que se van a disfrazar Macri y Trumpo, Bolsonaro y Duque, y el miserable cipayo de Guadio
y los «nuestros», los que son tan sabios que no hablan ni se movilizan ni se juegan por nada ni por nadie para que no lo aprovoche la derecha
digo y termino, si por una vez ganara el pueblo y la taba quedara culo arriba y el boleto sea capicúa y la AK47 no se trabe ni se quede sin balas y la comida alcance y el medico salve a los heridos
adonde se va a esconder el progresismo y la izquierda del ni ni, qué le dirán a los patriotas venezolanos, y a sus hijos, y a los hijos de los hijos de los que mataron en Caracas los escuálidos?
Cómo harán el calculo; 786 votos por una mano quebrada, entonces, cuantos votos un quemado vivo y cuàntos el torturado por los paracos colombianos?
adonde se va a esconder el progresismo y la izquierda del ni ni, qué le dirán a los patriotas venezolanos, y a sus hijos, y a los hijos de los hijos de los que mataron en Caracas los escuálidos? Cómo harán el calculo; 786 votos por una mano quebrada, entonces, cuantos votos un quemado vivo y cuántos el torturado por los paracos colombianos?
si todo tiene precio, yo anuncio el mío para las elecciones, no voto a nadie que no se juegue por la patria grande, por Venezuela y Maduro, por Bolivia y Evo, por Nicaragua y Daniel por Cuba y Fidel, y el Che y Raúl y el Camilo y los miles de cubanos que quedaron en África, en Bolivia, en Perú.
todavía puede ser que perdamos, puede ser; pero esta vez no va a ser como en el Moscú de los 90 o el Curitiba del 2017; perder combatiendo es no perder; porque mientras siga viva la lucha la victoria es nuestra
ahora y siempre

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