Hemos dicho más de una vez que la represión en la Argentina ha tomado nuevas formas y se presenta con nuevo rostro, pero sigue siendo la misma cultura represora que fundaron los Conquistadores Imperiales Españoles y continuaron los Padres de la Patria que arrasaron con los Indios del siglo XIX, con los del siglo XX –los comunistas, los anarquistas y todos los que resistieron el capitalismo como marco civilizatorio de la Argentina- y que hoy se ensaña con los jovenes: los nuevos Indios, al decir de Eduardo Rosenzvaig en un trabajo brillante sobre la Masacre de Cromañon, tan iluminadora del lugar que los jovenes ocupan en el capitalismo argentino del siglo XXI.
En Rosario, una vez más, las bandas de narcotráficantes, de estrechos y publicos negocios con los mandos policiales y ante la mirada –al menos- complaciente de políticos y empresarios de todo color, han vuelto a atacar a aquellos jovenes pobres que quieren dejar de serlo y no por el camino del narcotráfico que ellos presentan, sino por el digno sendero de la organización popular. Con ellos, con su organización el Movimiento Evita, va toda nuestra Solidaridad.
En la ciudad de Neuquen, allí donde mataron al maestro Fuentealba, la policía reprimió a los tiros un escrache contra un policía que se había declarado culpable de la muerte de un muchacho, y que sin embargo fue declarado inocente por la culpable justicia neuquina.
No son hechos aislados, ni admiten soluciones distintas: hace falta terminar con la cultura represora en todos los espacios donde anida y no dejar pasar ni un solo hecho represivo (porque las bandas narcos son hoy para estatales y juegan un papel disciplinador social identico al de las Policías provinciales, la Federal o las fuerzas para militares como Gendarmería, Prefectura y similares).
Donde están los legisladores nacionales y provinciales, los mandatarios provinciales y nacionales que no están clamando junto a las víctimas, denunciando a los mandos y complíces, organizando comisiones investigadoras del Parlamento que demuestre lo que la Justicia oculta, cambiando las leyes para terminar con la más mínima porción de auto gobierno que tienen todas estas fuerzas portadoras de armas.
La democracia es mucho más que un acto esporadico frente a las urnas, y tiene una primera exigencia: garantizar al pueblo que pueda luchar por sus derechos porque es el único que los puede conquistar. El gatillo fácil, la tortura en sede policial y la muerte lenta que se sufre en las cárceles, la deslegitimación del reclamo social y la represión de las luchas no son propias de la democracia sino estertores de una dictadura que se niega a morir del todo a pesar de los ejemplares juicios con castigo que vamos logrando.
Ahora, es la hora de terminar con todas las formas de violencia institucional, incluidas las que aplican los narcos y sus aliados
Muy buena tu nota,tocayo. Aporto :
*) Lo que pasó en Nqn fue un fusilamiento dentro del auto de su padre de un pibe de 14 años CON UN TIRO EN LA NUCA A TRAVÉS DEL PARABRISAS TRASERO, igualito que a Fuentealba. Todo un estilo de trabajo de la policía neuquina : «Neuquén es confianza» era el lema de su mentor político, el ex-gobernador Sobisch, organizador de bandas de padres de alumnos para asaltar escuelas cuando la huelga de maestros que culminó con el asesinato de Fuentealba. Violencia policial y parapolicial coordinada + ideología de la «neuquinidad» = fascismo en la Confluencia.
La represión a las marchas y escraches contra el homicida, el oficial Salas que YA fue declarado libre «por falta de méritos» por el juez sobichista Muñoz que YA está de vacaciones, es lo que siguió al fusilamiento del pibe. Hoy nos juntamos a ver como seguimos protestando.
*) Discuto tu frase final :»La dictadura se niega a morir pese a los juicios con castigo». No tan así.
Los resultados del Juicio Escuelita II de Neuquén fueron más que pobres : fueron una burla. Al mismo tiempo,la «Justicia» neuquina después de 10 años declaró perimido (o así) el juicio contra Sobisch que mandó su patota unida a la de la UOCRA a apalear a los maestros que habían bloqueado la refinería de Plaza Huincul, y está documentado que «liberó la zona» ordenando a la policía no intervenir (suena a Mariano Ferreyra, ¿no?). En Bariloche a los fusilamientos de pobres siguieron las ocupaciones militares de los barrios del Alto y las razzias. Hoy están llegando a Neuquén 4 o 5 detenidos de una cooperativa popular. Siguen matando qoms como pajaritos …y el Colonialismo Interno ya estableció un Tercer Estado entre Chile y Argentina : el Barrick Gold, una especie de Gran Malvina cordillerana .
La Dictadura – el Estado de Excepción, el Terrorismo de Estado, las medidas de guerra civil – vive en las cárceles y en los barrios pobres. Ahí el acero o el plomo de las balas no va forrado con goma/plástico como en la democracia patronal nuestra de todos los días.
No es que la dictadura se niegue a morir : es la hermana siamesa de esta democracia, comparten la sangre y muchos órganos. Algunos de estos monstruos siameses son más visibles y estentóreos, como Colombia, México o Paraguay.
¿Vos creés que difícil y todo, será posible separarlos y que cada uno haga su vida?
El preoperatorio, en todo caso, parece interminable…y la operación, más que insegura.
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