Con fecha 28 de febrero de 2012 la Cámara de Casación Penal aprobó la Acordada Nº 1/12, la que establece seis reglas prácticas con el objetivo declarado de mejorar y agilizar las causa de delitos de lesa humanidad, como asimismo ampliar los mecanismos de protección Integral de las Víctimas Testigos. Es de valorar que la Cámara de Casación Penal, al aprobar las reglas haya recogido el reclamo de numerosos querellantes particulares, organismos de derechos humanos, abogados comprometidos con la defensa de los derechos humanos, sobrevivientes y familiares de las víctimas. Por una vez, se ha escuchado a los que protagonizamos la larga lucha contra la impunidad, por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Desde la Liga argentina por los Derechos del hombre consideramos que la decisión de la Cámara de Casación Penal representa un paso adelante en la lucha contra la impunidad, aunque limitado e insuficiente.
El pasado 22 de febrero una delegación de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre fue recibida por la Comisión Interpoderes. En dicha oportunidad, se sostuvieron los fundamentos esgrimidos en una carta que fuera enviada al Dr. Lorenzetti en la cual se efectuaba un profundo balance sobre la marcha de los juicios contra el Terrorismo de Estado, basada en nuestra experiencia como querellantes en los juicios llevados adelante en todo el país la que nos llevó a cuestionar el accionar de los poderes del estado en el proceso judicial y señalar que enfrentamos tres mecanismos de impunidad: la impunidad biológica (resultante de la demora y fragmentación de las causas judiciales) que se puede verificar en la significativa cifra de 280 represores fallecidos sin condena a pesar de haber sido imputados por delitos de terrorismo de estado; la impunidad del Poder Económico (resultante de la limitación de las investigaciones judiciales al propio hecho de la tortura o la desaparición forzada pero no de sus causales y motivaciones profundas) que se verifica aún más fácilmente ya que no existe ni un solo empresario condenado por beneficiarse del genocidio sufrido y en las últimas semanas apareció un nuevo tipo de impunidad que es la impunidad de los condenados (resultante de la aplicación dogmática e interesada de una supuesta “normalidad procesal” que deriva en el privilegio de cumplir la condena en sus casas) que nos afecta de un modo directo dado que numerosos represores de los condenados en juicios orales donde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre fue querellante, como el caso del General Riveros, condenado por el asesinato resultante de torturas del menor Floreal Avellaneda, hoy burlan el proceso judicial gracias a decisiones de la Cámara Nacional de Casación, consentidas en su momento por algunos fiscales.
A pesar de sus marcadas insuficiencias y limitaciones, es nuestra opinión que la Acordada aprobada por la Cámara Nacional de Casación constituye un avance contra la impunidad biológica, aunque consideramos necesario señalar que no hay una sola propuesta para modificar la estructura de la investigación judicial de modo tal que, de una vez por todas, apunte al corazón del poder real, fuente de todas las impunidades de ayer y de hoy. Al hacerlo, reafirmamos nuestro compromiso por la lucha contra la impunidad y por la vigencia de todos los derechos humanos para todos.