Seis Tesis sobre la Operación Condor,
el Terrorismo de Estado de los 70
y la cuestión de la hegemonía cultural del neoliberalismo
en el Sur de Nuestra América en el siglo XXI.
- La hegemonía cultural neoliberal se gestó en el periodo de despliegue del Terrorismo de Estado, no por medios intelectuales sino con técnicas de dominación basados en la violencia extrema destinada a exterminar el sujeto social que sostenía y producía la cultura de rebeldía y libertad para también horrorizar el conjunto social, que así, modificó “a palos” el sentido común que se desplegó plenamente en los 90.
- Nuestra América es hija de una violación, la Conquista Imperial Europea, y de sucesivos Genocidios concebidos como el exterminio de un grupo nacional para reorganizar radicalmente las relaciones sociales y el Estado. La Operación Condor es sólo un episodio del Terrorismo de Estado de los 70 y éste el resultado de una larga historia de violaciones graves y masivas de los derechos humanos.
- Cada uno de estos actos genocidas (y por ende de reorganización radical social y por ende de nuevas formas de ejercer la hegemonía cultural) fueron anticipados, preparados y justificados por un discurso (que no sólo es lo que se dice, sino también lo que se prohibe decir, lo que se estimula hacer y lo que se castiga hacer). El discurso de los 70 fue el del anticomunismo.
- La Operación Condor expresa la superación de una contradicción formal entre un discurso nacionalista, cuasi xenofobo, con el que se forjaron los Ejercitos Nacionales y la subordinación a una estrategia contrarevolucionaria continental diseñada por los EE.UU. y aplicada por diversas agencias estatales yanquis. La resignificación de la identidad nacional desde la perspectiva de la Guerra Fría y el anticomunismo lo hizo posible. Así, mientras los revolucionarios habían disuelto la Internacional Comunista al final de la Segunda Guerra Mundial, en aras de la paz mundial, la burguesía alcanzaba niveles de articulación estatal que luego se expresaron en el Consenso de Washington para valorizar el capitalismo local y subordinarlo aún más a los grandes grupos económicos trasnacionales y la financiarización de la economía.
- El nuevo discurso de la derecha tras el agotamiento del modelo de capitalismo que gestó el Terrorismo de Estado y el surgimiento de un nuevo momento en el movimiento de liberación latinoamericano, el empoderamiento del sujeto pueblo, el surgimiento de gobiernos no subordinados al Imperio y aún antimperialistas e incluso formas de integración no compatible con los deseos imperiales. El rol de la intelectualidad, los medios de comunicación, los Seminarios y las Fundaciones
- La cuestión de los derechos humanos como territorio de disputa entre el Imperio y las fuerzas consecuentemente democráticas de América Latina. La disputa en el plano del lenguaje como batalla por la hegemonía cultural. La memoria como acto de resistencia a la dominación y el Genocidio que construyeron y construyen el Olvido. El testimonio de los protagonistas de aquellos hechos como instrumento de construcción de una subjetividad popular democrática, patriota, americana y antimperialista que condene los crimenes del pasado en su forma y efectos, supere las nociones de venganza, no acepte la Justicia que están dispuestos a cedernos y construya la vindicación como una mirada al horizonte. El sueño eterno de ser libres hoy se llama Socialismo del Siglo XXI.